Capitulo 17 El meteorito

 El anunnaki no podía creer lo que veían sus ojos, aterrado, apretaba los puños contra los brazos de su silla de piloto.

Miraba por el cristal de la nave el punto que cada vez era más grande, cada vez más real, cada vez más amenazador.

Volvió a analizar los instrumentos y realizar los cálculos por décima vez, y por décima vez arrojaron el mismo resultado.

El meteorito, que cada vez estaba más cerca, iba en dirección a la tierra, cerca de la península de Yucatán.

Con un gesto de impotencia le dio un puñetazo a la pizarra, no había nada que hacer, la trayectoria era inamovible.

No le preocupaba su nave, está evitaría fácil un encuentro fatal, eran sus amigos los que perdería.

Llevaba años entrenando unos dinosaurios para hacer disímiles tareas, ya comían de su mano, venían corriendo y meneando la cola al ver su llegada.

Eran dóciles a pesar de su inmenso tamaño, los vegetarianos, porque los carnívoros eran más ariscos y solitarios, no se llevaban bien en grupo, sólo un velociraptor era amable con el.

Años de duro trabajo se perderían, cosechas, edificaciones, y no sabía cuáles animales sobrevivirian si es que alguno lo hacía.

Impotente, pudo ver como el objeto pasaba cerca, a una velocidad inmensa, llevaba la imagen de la destrucción pintada.

Observó como se dirigía al planeta, un gesto de honda tristeza cubrió su rostro, No lo entenderían, sus compañeros le decían que eran sólo animales, pero el sabía que no, había visto amabilidad en los ojos de sus queridas mascotas, por muy primitivos que fueran, tenían sentimientos.

Sabía que le sería difícil aceptar su pérdida, por eso, mientras observaba el impacto desde la ventana de su nave inmóvil, a la vez que una onda expansiva recorría la tierra, destruyendo todo a su paso, una lágrima recorría su mejilla.

Cuando todo acabo, abrió el libro de bitácora de la nave y escribio:

Fecha: hace 65 millones de años.

Hoy es el día más triste, han muerto los dinosaurios del planeta tierra, hoy perdí a todos mis amigos aquí, me retiro a mi planeta a esperar nuevas instrucciones.