Capítulo 52 Sola en casa


 Mauro llegó al trabajo temprano, como de costumbre. Nada más entrar oyó la voz de su jefe llamándolo. Pasaría algo, pensó, mientras entraba en la oficina. 

- Mauro, necesito que vayas a Cancún y lleves la maqueta del nuevo hotel, mañana deben aprobarla- le dijo

- Licenciado, mañana es mi aniversario de bodas, quiero celebrarlo, son ya 20 años- le respondió Mauro 

- Ya me lo habías comentado, aquí tienes pasaje de ida hoy a las 10 AM y regreso mañana jueves 8 AM, llegarás a tiempo para tu reservación, hazme este favor y cogete libre hasta el lunes- le ordenó

- Gracias, voy a la casa a recoger el pasaporte- respondió

- Llevate todo y ve de tu casa al aeropuerto- le aconsejó 

Mauro salió de la oficina, recogió sus papeles y fue a buscar el carro.

Ya frente a su casa, al abrir la puerta, lo primero que oyó fue la risa de su mujer y varias voces. Entró sin hacer ruido y se dirigió a la sala. Entreabrio la puerta y pudo ver a su mujer sentada de espaldas con una copa en la mano. Se oían dos voces, a su mujer, y otra más, que decia:

- Te amo, eres todo mi mundo.

No soporto más, su esposa lo engañaba y encima le decían la misma frase que a él le gustaba decir. Se dirigió a la cocina y cogió un cuchillo bien grande, y sin hacer ruido, como hasta ahora, se devolvió a la sala. Abrió la puerta de golpe, y sin darle tiempo a reaccionar a su mujer, le enterró repetidas veces el cuchillo. No paró hasta que no sintió un hálito de vida en el cuerpo. Entonces volvió a oír la risa de su esposa y la misma voz que le decia: Te amo, eres todo mi mundo. Se viro rápidamente y pudo observar en el televisor frente a su esposa la grabación de su boda. En ella se podía ver como el le repetía la frase y ella reía de alegría. Una expresión de asombro se dibujó en su cara, la misma que tenía su esposa muerta a su lado.


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