Capítulo 60 Enamorado
Entro al hospital y fue derecho al cuerpo de guardia. Hacía semanas que no se sentía bien y decidió oir los consejos. Estaba siempre cansado, con sueño y dolores por todo el cuerpo. Los análisis arrojaron envenenamiento por metales pesados. Su caso llegó a la policía, no trabajaba en ningún laboratorio ni cerca de materiales peligrosos.
Un mes después regreso a la casa. Le habían dado el alta, estaba bien, pero la policía no encontró nada y el caso fue enfriandose. Pocos meses después regreso al hospital, está vez con problemas de estómago, dolores, diarreas. Descubrieron pequeñas cantidades de arsénico en su organismo. Pero igual que la vez anterior, nada. La policía no encontró nada en la casa ni en el trabajo.
Un año después, pensando que ya todo había pasado, encontró un pequeño estuche en el cuarto de su esposa con un polvo blanco adentro. Si, era arsénico, descubrió al abrirlo.
Oyó un leve movimiento detrás de él y se giró. Su esposa le iba arriba con un gran cuchillo, no se movió. Le alcanzó pero no se movio. Le enterró el cuchillo en el pecho hasta el mango, y siguió sin moverse. Sólo atino a preguntar: ¿porqué?. Antes de caer sin vida al piso.
A veces duele más la mano que empuña el arma, que la propia arma, fue su último pensamiento.
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