Capítulo 68 El soldado
Para el no había misión imposible, difícil quizás, pero no imposible. Después de todo era un soldado condecorado, ranger del poderoso ejército de Estados Unidos.
Para lograr completar está misión sólo tendría que poner en práctica lo que había aprendido y recordaba a la perfección su entrenamiento. Primero estudio las fuerzas y debilidades de su enemigo, después analizó el terreno. Como bien le habían enseñado, revisó los posibles caminos de huida. Cuantas puertas cubrían el lugar y las ventanas desde las que fuera vulnerable.
Ya dentro del local, sabiendose sólo, observó las posibles amenazas entre los presentes. Le habían enseñado a reconocer entre los enemigos a los verdaderos soldados, los que no sueltan presa y diferenciarlos de los cobardes que huían, a los primeros, nunca darles la espalda. Identificado el nivel de amenaza de cada cual, espero el momento oportuno, cuando estuviera solo. Tomó el camino más despejado en la habitación y se dirigió a su objetivo. Ya frente a él no había vuelta atrás, saco coraje y se dispuso a pedirle la mano de su novia a su futuro suegro.
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