Capítulo 73 Herencia

 Siempre me sentí distinto, y los demás lo sabían. Era un muchacho solitario, en la escuela me temían y en el barrio decían que yo no inspiraba confianza. No era tan grande ni tan corpulento, pero mi fuerza era grande, los deportes me eran fácil. Las mujeres no confiaban en mi, en la intimidad notaban algo raro.

Mi madre nunca me dijo quién fue mi padre. Sólo sabía que habíamos llegado a este pueblo cuando era casi recién nacido, ella y yo, solos. Nunca abrió la boca para mencionarlo, ni bueno ni malo, nada, cero comentario.

Por eso un día fue grande mi asombro al recibir una carta de un abogado hablando de una herencia. Mi padre había muerto y me había dejado todas sus pertenencias. Una casa en un pueblo olvidado y una pequeña cuenta de banco. Pero había una condición, tenía que vivirla. Ya mi madre había muerto y yo acababa de cumplir 20 años y estaba sólo. Me mudé a la casa, por lo menos trataría de encontrar una explicación, algo.

La casa era normal, antigua, de madera, y se notaba la falta de una mujer. Mi padre era un solitario igual que yo. Por fin algo encajaba. Fuí al bar y traté de averiguar algo. Lo primero, como murió. Se asombraron de que no supiera, todo el pueblo lo sabía. Habían descubierto quién era el hombre lobo y lo habían matado, mi padre.




Comentarios

Entradas más populares de este blog

Capítulo 115 Buscando su cuerpo

Capitulo 113 Segunda oportunidad

Introduccion