Capítulo 86 Bajo tierra
Bajo la meseta de Guiza se esconden los restos de una civilización completa. Una ciudad de casi tres kilómetros cuadrados que nunca ha visto la luz.
Hace 13 mil años, los anunnakis de la familia Rakil, exterminaron la raza Urmah. Sólo sobrevivió un grupo reducido de ellos, los que estaban dentro de la Esfinge.
En su interior estaba la biblioteca real Urmah, todos sus conocimientos se encontraban ahí. Además habían habitaciones que hoy llamarían oficinas y un salón ceremonial. Cerca de 400 habitantes se salvaron de la matanza, a eso se redujo su población.
En esa época el Sahara era un valle fértil y abundaban las aguas subterráneas. Una cueva con su respectivo río que se encontraba ahí abajo, fue su salvación, el centro de su posterior desarrolo.
Desde entonces han expandido su cultura sin contaminación, casi ninguno de ellos han vuelto a ver la luz del sol.
Crearon pasadizos con grandes habitaciones que convirtieron en viviendas, escuelas, edificios públicos. Tienen un enorme museo con los restos que quedaron de cuando eran una civilización de la superficie. Una pequeña muestra de un antiguo esplendor.
Tuvieron que pasar de ser agricultores y pescadores a criar peces en ríos subterráneos y sembrar plantas de poca luz. Gracias a que tenían un gran desarrollo científico no les fue difícil crear electricidad con una hidroeléctrica subterránea y garantizar la iluminación.
Es una de las civilizaciones existentes bajo tierra, pero no es la única, no hay ciudades Urmah fuera de la meseta de Guiza.
Su interacción con los humanos ha sido mínima en estos siglos.
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