Capítulo 93 De mañana

 Cada cual tiene su momento malo en el día. El mío es al levantarme. Odio esa parte del día cuando sale el sol, suena el despertador y debes levantarte a trabajar. Odio cuando el día comienza.

Para la mayoría es fácil, se levanta, se asea, se viste y desayuna. Listo, a trabajar.

Para mí es distinto, yo tengo que escoger como me levanto. Un especialista diría que quien se levanta, pero bueno, yo no soy especialista.

El psicópata asesino es el primero que me molesta, ¿matamos alguien hoy?, pregunta.

No le hago caso, el segundo casi siempre es el sociopata, no vayas a trabajar, son unos idiotas inútiles, me dice. Sigo acostado, el mecánico en mi me alienta a trabajar, vamos, es divertido, opina.

Entonces una voz nueva hoy me dice, no le hagas caso, pon una bomba y acaba con tus compañeros. No la reconocí, pero no tuve tiempo de pensar. Otra voz me dice, no los mates, invita a salir a la recepcionista, esa gordita se ve deliciosa, ¿nos la comemos?.

Entonces mi esposa entra y me dice, todavía en la cama, vas a llegar tarde. Me regreso a la realidad y salió el intento de escritor que también soy y le respondo, hace una mañana tan hermosa como tu, la estaba disfrutando.

Me visto y salgo para el trabajo, como cada mañana. Sólo que hoy no decidí quien de mis personalidades sería, que se decidan ellas. Después de todo, yo no tengo mucho poder de decisión, la que quiere salir, sale y yo no puedo hacer nada. Sólo siento lástima por mis conocidos, compañeros de trabajo y la recepcionista, no creo que les quede mucho. Pensé, recordando los materiales para la bomba comprados el día anterior.