Capitulo 117 El padre
Arturo regresaba a su casa con su nueva esposa. Hacia un año exacto de la muerte de su anterior mujer. Al entrar fué directo a la chimenea, era diciembre y nevaba afuera. Se sentó frente al hogar y le pidió una cerveza a su esposa. Cuando está llegó, se quedó mirando las fotos de la mujer muerta y su padre, colgaban a un costado de la habitación, justo arriba de la escopeta de caza del viejo. El hombre notó la expresión de su cara y le dijo: - Nunca nos atraparan. No hay prueba de que la matamos. - Lo se. -Respondió.- pero la mirada triste de su padre me da escalofríos. - El viejo siempre sospecho, pero no pudo hacer nada, su corazón no aguanto. Se sentaron juntos y se acurrucaron. Inesperadamente se apagaron las luces, la llama del hogar también palideció y todo se volvió oscuro, de una forma no terrenal, espantosa. Dos disparos de escopeta rompieron el silencio. Al regresar la luz, dos cuerpos sin vida se podian ver adornando la sala. Cuando el detective llegó, pudo obser...